Leonardo fue un personaje realmente peculiar y sorprendente incluso para sus coetáneos. Sobre su vida privada se dice que Leonardo era hermético, soñador, solitario, de rápidos cambios de humor y desprendido de las cosas materiales.
Es probable que Leonardo fuera homosexual. La relación que más perduró en el tiempo fue la que mantuvo con Gian Giacomo Caprotti da Oreno, un pequeño delincuente de 10 años que fue acogido en casa de Leonardo y al que este llamaba cariñosamente Salai (pequeño diablo). En 1518 Salai abandonó a Leonardo, aún así heredo de este la mitad de sus viñedos. Aunque el que recibió el resto de sus bienes fue el Conde Francesco Melzi, compañero y discípulo de Leonardo durante muchos años.


Imagen destacada: Retrato de Leonardo da Vinci por Francesco Melzi – Imagen de dominio público, vía Wikimedia Commons